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ÍNDICE
- Objeto de la Psicología forense
- La Psicología clínica y el Derecho
- Funciones del psicólogo forense
- Ámbitos de intervención del psicólogo forense
- Razones para convertirse en psicólogo forense
1. Objeto de la Psicología forense
Para responder por qué estudiar psicología forense, primero abordaremos el alcance de esta disciplina, del papel relevante de un psicólogo forense.
Etimológicamente, la palabra forense deviene del latín fórum que hace referencia a un espacio público, una plaza, que era donde se celebraban los juicios púbicos en la época romana. Ese espacio para la psicología forense será el ámbito donde se celebran los juicios.
La psicología forense se encuadra dentro de la Psicología Jurídica; su objeto es aportar luz sobre la relación entre el comportamiento humano y un procedimiento legal, realizando evaluaciones y valoraciones psicológicas para su aplicación en el contexto legal; auxilia, pues, con los conocimientos psicológicos aplicados a este ámbito a los intervinientes: jueces, fiscales, letrados, y por supuesto, a aquel que actúa en nombre propio.
Para evaluar y realizar valoraciones psicológicas el psicólogo forense se ve llevado a recolectar, estudiar e interpretar los distintos datos para que puedan traducirse en la aportación de elementos que se articulen en un juicio. Estos datos son recogidos en un informe pericial psicológico forense; así tenemos una de las aportaciones de la psicología en forma aplicada al servicio de los tribunales.
2. La Psicología clínica y el Derecho
Para hacerse psicólogo forense, el postulante ha de estar en posesión de la titulación del grado o licenciatura de Psicología; a estos conocimientos habrá que añadir dos aportaciones fundamentales: desde la psicología clínica y del derecho.
Es importante que el futuro psicólogo forense se maneje en conceptos y normas del sistema jurídico; es de vital importancia tener constancia acerca de la imputabilidad de los sujetos en relación a sus actos porque va a implicar que un sujeto sea tomado como responsable jurídicamente de sus actos o puedan existir atenuantes o eximentes que disminuyan parcial o totalmente la responsabilidad del sujeto del derecho.
El grado de responsabilidad del perito es elevado porque su determinación puede ejercer influencia en las decisiones de los tribunales.
O también será fundamental el conocimiento del futuro psicólogo forense acerca de los elementos ligados a los menores, justamente porque constituyen una población vulnerable llamada a ser protegida. Por ello, una de las características del psicólogo forense estará signada por su comprensión de los mecanismos legales y procesales.
La otra parte donde se tiene que apoyar el psicólogo forense es la Psicología clínica. Hasta el momento actual, la mayoría de los instrumentos de evaluación existentes provienen de la Psicología clínica. Por ello, para ser competente en el campo de la psicología forense conviene ser un experimentado psicólogo clínico. Los instrumentos técnicos propios de la disciplina forense aún son pocos, con los cual se debe de apoyar en los existentes en al campo clínico.
Los elementos formativos imprescindibles son los relacionados con:
La Metodología:
• Prueba pericial
• Técnicas de evaluación psicológica y forense
• Instrumentos de evaluación forense y de psicología clínica
• Informe psicológico pericial
Los Ámbitos de aplicación del peritaje psicológico:
• Evaluación psicológica de la responsabilidad (conciencia y voluntad)
• Implicaciones psicológicas forenses de los principales trastornos psicopatológicos.
• Aspectos psicológicos de la separación, el divorcio, y la adopción.
• Valoración psicológica de medidas legales respecto a menores
3. ¿Cuáles son las funciones del psicólogo forense?
Ya hemos indicado que la función más directa es auxiliar con sus conocimientos al juez para que este pueda tomar la decisión acerca de lo que se juzga. Para ello, es habitual que el juez realice demandas concretas al profesional, le presente cuestiones ajustadas que resuelva en contestar justamente para que el juez realice su función mediante el proceso de la toma de decisiones.
Así, le pueden ser demandadas evaluaciones y valoraciones psicológicas sobre el demandado, pero también puede intervenir en la otra parte, en la demandante y también en los testigos, a través de la evaluación sobre la veracidad del testimonio.
El perito presentará las pruebas elegidas en las áreas psicológicas de intervención y los resultados obtenidos de las mismas (habitualmente mediante un informe pericial psicológico).
Cómo se puede apreciar sus funciones son diversas; además del juez, puede asistir al fiscal, a los letrados y a la persona que actúa en nombre propio. El objetivo último de la evaluación psicológica forense es articular un Dictamen pericial ajustado al objeto de litigio. La participación del psicólogo forense como función se extiende a la asistencia a los imputados y las víctimas de los casos.
Cuando interviene mediante el encargo del juzgado el psicólogo forense está inscrito en el departamento psicosocial y cuando lo hace como perito de parte lo realizará para ayudar a los letrados de alguna de las partes o a la propia persona implicada. Una de las funciones poco conocidas del perito psicólogo forense es su intervención en la realización de la Autopsia psicológica que ayudará a las autoridades a clarificar si en la escena de una muerte puede estar implicado el suicidio o el asesinato.
4. Ámbitos de intervención del psicólogo forense
La intervención del psicólogo forense está relacionada directamente con el ámbito de intervención dentro del derecho, y por lo tanto de los juzgados.
Derecho de familia
Quizá es el ámbito más prolijo en cuanto a intervenciones periciales psicológicas. La intervención profesional del perito psicólogo estará relacionada con informes de idoneidad parental en casos de separación/ divorcio, con procesos de nulidad matrimonial, ante procesos de acogida y adopción; con mucha asiduidad, su intervención estará acotada a la atribución de la guarda y custodia, revisión de medidas y régimen de visitas, valoración psicológica de los menores y/o progenitores, y consecuencias psicológicas de la separación y el divorcio.
Derecho penal
La intervención del perito psicólogo se producirá en sujetos que se relacionan a una causa penal; evaluará la capacidad del sujeto de ser juzgado, la afectación de las capacidades volitivas y/o cognitivas (relacionadas con el término de responsabilidad e imputabilidad); la detección de simulación en los sujetos evaluados; Estimación y evaluación de trastornos psicopatológicos, su relación entre el trastorno y el acto delictivo; evaluación de la peligrosidad, su articulación a la reincidencia criminal; medidas terapéuticas y tratamientos posibles.
El perito psicólogo forense podrá intervenir con las víctimas de los delitos, con los testigos y, acaso, con los menores. Con los primeros, verificará tanto su capacidad de testimonio, como los aspectos relacionados con la victimización (también secundaria) y secuelas psíquicas a consecuencia del acto vivido.
Su relación profesional con los testigos se centrará en las valoraciones acerca del análisis del testimonio; con los menores evaluará su estado psicológico, así como los aspectos relacionados con la credibilidad de su testimonio.
Derecho civil
En este ámbito podrá realizar intervenciones respecto a incapacitaciones legales, internamientos judiciales, valoración de la capacidad testamentaria, impugnación de testamentos, estimación de secuelas, evaluación del daño psicológico asociado a enfermedades físicas, secuelas psicológicas derivadas de accidentes de circulación, valoración del grado de incapacidad o invalidez.
Derecho laboral
Este contexto quizá sea el que hasta ahora esté menos intervenido por la actuación del perito forense. Puede realizar una valoración de los grados de incapacidad laboral o invalidez que afectan al desempeño laboral; acerca de las secuelas psicológicas derivadas de accidentes laborales; sobre estimación de psicopatologías laborales; detección de simulación; evaluación de acoso laboral en el trabajo (mobbing), uno de los contextos en alza en los últimos años.
5. Razones para convertirse en psicólogo forense
Intervenir en psicología clínica y en psicología forense tienen el objeto común, ambas disciplinas, de conocer y profundizar en la naturaleza humana. La intervención será tan estimulante y directamente proporcional al grado de responsabilidad ante los hechos, situaciones y personas que intervienen.
Cuando el perito interviene en casos de gran impacto social, la responsabilidad es alta tanto por el impacto en el tejido social como para la persona/s vinculadas con los hechos.
Según sea el contexto de desarrollo de su intervención, así se precipitarán los motivos por los cuales el postulante pueda encontrar las razones que le empujen a formarse en esta disciplina. Toda intervención, será muy importante para aquel que reciba la ayuda de conocimiento por parte del profesional. De esta forma, emergerá la posibilidad de:
Intervenir en asuntos de fuerte impacto social y personal:
•Valoración de la violencia; riesgo de reincidencia en un caso dado
•Evaluación de los daños psicológicos en una persona víctima de la violencia de género
•Evaluación y valoración de la violencia vicaria
•Evaluación y valoración de la victimización secundaria
•Ayudar a la aclaración de muertes violentas (suicidio u homicidio) mediante la autopsia psicológica
Intervención en la reestructuración familiar tras la ruptura de pareja o para la conformación de ella:
•Guarda y custodia de los hijos
•Valoración del impacto psicológico en los hijos tras la ruptura familiar
•Valoración sobre la patria potestad
•Idoneidad para la adopción familiar, total o parcial
•Mediar en conflictos y disputas familiares
•Intervenir como perito en nulidades eclesiásticas
Valorar la imputabilidad de los sujetos:
•Evaluar la responsabilidad del sujeto en sus actos. Tiene efectos en el propio sujeto y, en ocasiones, alcanza el impacto social.
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